LA INDEPENDENCIA
Paran los trabajadores del salitre y de la pólvora por falta de alimento
La escasez de alimento está relacionada con los periodos de sequía que provocan malas cosechas o ausencia total de ellas.
De 1725 a 1727 perecieron de hambre en Yucatán más de 17 mil personas; pero la sequía caracterizada como la más grave del periodo colonial comprendió el bienio 1785-1786 y abarcó casi todo el territorio novohispano. A partir de ella se desató una espiral inflacionaria que duró más de 20 años. Este fenómeno, aunado a los descontentos sociales y a los problemas políticos entre la Nueva España y la metrópoli, fueron algunos de los factores detonantes de la guerra de Independencia.
Una vez iniciada la contienda el problema de la escasez de alimentos continuó e incluso se recrudeció en diversos lapsos y regiones. Las crisis alimentarías que se desencadenaban en las tropas pueden documentarse en el AGN; por ejemplo, en el oficio fechado el 18 de marzo de 1812, Félix Maria Calleja se da por enterado de un informe referente a la escasez de agua y víveres en la que se encuentra el ejército enemigo.
También está el oficio que Juan Mirón, comisionado de la pólvora, dirigió el 29 de octubre de 1816 desde Actopan a Guadalupe Victoria para informarle que las actividades en la fábrica del salitre se suspendieron por no haber maíz para alimentar a los trabajadores y, de la misma forma, al faltar el salitre, pronto pararía sus actividades la fábrica de pólvora.
De 1725 a 1727 perecieron de hambre en Yucatán más de 17 mil personas; pero la sequía caracterizada como la más grave del periodo colonial comprendió el bienio 1785-1786 y abarcó casi todo el territorio novohispano. A partir de ella se desató una espiral inflacionaria que duró más de 20 años. Este fenómeno, aunado a los descontentos sociales y a los problemas políticos entre la Nueva España y la metrópoli, fueron algunos de los factores detonantes de la guerra de Independencia.
Una vez iniciada la contienda el problema de la escasez de alimentos continuó e incluso se recrudeció en diversos lapsos y regiones. Las crisis alimentarías que se desencadenaban en las tropas pueden documentarse en el AGN; por ejemplo, en el oficio fechado el 18 de marzo de 1812, Félix Maria Calleja se da por enterado de un informe referente a la escasez de agua y víveres en la que se encuentra el ejército enemigo.
También está el oficio que Juan Mirón, comisionado de la pólvora, dirigió el 29 de octubre de 1816 desde Actopan a Guadalupe Victoria para informarle que las actividades en la fábrica del salitre se suspendieron por no haber maíz para alimentar a los trabajadores y, de la misma forma, al faltar el salitre, pronto pararía sus actividades la fábrica de pólvora.
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